Mientras que el porcentaje de grasa corporal representa la proporción de grasa del cuerpo respecto del peso total, la masa muscular se corresponde con el peso de grasa en el cuerpo.
La grasa corporal es esencial para el mantenimiento de la temperatura del cuerpo, ambas amortiguan y protegen los órganos internos.
La energía, o calorías, que nuestro cuerpo necesita proviene de lo que comemos y bebemos. La energía se quema a través de la actividad física y las funciones corporales generales. Pero si consumimos mayor cantidad de la que quemamos ese exceso de calorías se almacena como células grasas. Si nuestro almacenamiento de grasa, más tarde, no se convierte en energía esto provoca el exceso de grasa corporal.
El exceso de grasa puede dañar nuestra salud a largo plazo. Se ha demostrado que la reducción del exceso del nivel de grasa corporal reduce directamente los riesgos de padecer ciertas enfermedades tales como: presión arterial alta, enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.
Al contrario de lo anterior, tener muy poca grasa corporal puede conducir a cuadros de osteoporosis a lo largo de los años o menstruación irregular e incluso posibilidades de infertilidad.
Es importante comparar los porcentajes de nuestra grasa corporal con los rangos normales para cada edad. Estas medidas están disponibles para cualquiera cuya edad vaya desde los 5 hasta los 99 años.
